jueves, 18 de octubre de 2007

¿Quiénes somos?

Toño Sánchez: la capitulación de una nueva derrota

¿Quiénes somos?

Este es un espacio dedicado a los poblanos que tengan el interés de externar opinión alguna, respecto a la débil candidatura por la alcaldía de Puebla de Antonio Sánchez Díaz de Rivera.
Está específicamente diseñado, para aquellos que hemos decidido tener una participación política cercana al Partido Acción Nacional y que hemos testificado el daño que se le ha venido ocasionado durante los últimos años al instituto político.
No excluye a todos los ciudadanos que han observado una serie de decisiones equívocas al interior del PAN, las cuales han impactado en el electorado y hoy, tienen al candidato de nuestro partido por debajo de las preferencias electorales.

¿Cómo participar?

Te invitamos a compartir con todos nosotros tu experiencia, tu punto de vista; sin miedo y sin temor: escríbenos a yositengopantalones@gmail.com. Si no militas en el PAN y no estás interesado en ello, podrás usar tu nombre si así lo decides. Nos dará mucho gusto conocer tu punto de vista.
Si militas en el partido o has iniciado el proceso, puedes optar por enviar tus comentarios desde una cuenta de correo electrónico que nadie pueda identificar y si lo consideras pertinente, usa un alias: oculta tu nombre. ¿Razones?, muchas.
Independientemente de la opción que decidas para hacernos llegar tus comentarios, lo que realmente nos interesa es conocer tu opinión.
Te invitamos también a que reenvíes la dirección de nuestro blog, si lo consideras conveniente invita a participar a quienes, como nosotros, solo necesitábamos un conducto seguro y con una difusión eficaz.Tu comentario lo compartiremos con el 32% del padrón panista de la capital –algo así como 732 militantes-, nos referimos al padrón de ellos, el bueno.
Además, compartiremos tu opinión con cientos de poblanos a quienes les enviaremos puntualmente información actualizada y ¿por qué no?, con tu comentario en primera vista.
Si conoces a alguien que le pueda interesar el blog envíanos su correo electrónico, así, conocerá también la información que estaremos subiendo constantemente durante los días que restan de la campaña.

Un “alias” como protección.

El uso de un alias o seudónimo –como el que usa el propio Sánchez Díaz de Rivera-, lejos de ser un acto de cobardía, es un acto de protección: desde el año 1952 los alias en política han funcionado muy bien, la lógica es aceptable: protección.
¿Te preguntarás, protegernos de qué? sencillo. En el PAN de Puebla, existe un ejercicio de intimidación y represión, ese es el verdadero motivo por el que nadie se atreve a manifestarse.En los pliegues del debate político, los cancerberos partidistas recurren al doble discurso, por un lado exigen libertad de expresión y por el otro –el lado oscuro- reprenden a quienes osan señalar sus excesos: la censura ha desdibujado la democracia de Acción Nacional en Puebla.

Situación actual

Las prácticas sectarias en el PAN empiezan a arrojar sus dividendos: lo que prometía ser una etapa tediosa, esperando ver cómo Sánchez Díaz de Rivera recuperaba la alcaldía para el partido, ha resultado ser una de las campañas políticas más angustiantes para quienes creemos que el PAN debe ser gobierno.
Los primeros días de Octubre representarían el inicio del festejo de una victoria que el PAN, tenía asegurada. Sin embargo, a partir de septiembre, el mapa había sido modificado: la marca PAN resultó insuficiente.
Ante esta realidad y con una férrea convicción, un puñado de panistas –simpatizantes, adherentes o militantes- hemos decidido compartir con ustedes las inconveniencias de la llegada de Antonio Sánchez a la alcaldía. Peor aún, la consolidación del grupo y los intereses que realmente representa.
Principalmente, prevalece la inquietud de externar la realidad que define al PAN en Puebla, a tan solo unos días de la elección constitucional. Contrario al discurso del candidato, el PAN llega dividido, inmerso en una exclusión, la cual es susceptible de ser referente a nivel nacional.
El objetivo se ha logrado: se utilizó al partido y a nosotros sus militantes, para vender una candidatura “ganadora”. Posterior a la Convención donde resultó elegido como candidato, muchos fuimos excluidos, a pesar de haberlo apoyado desde que conocimos su interés por ser alcalde: las historias de lo que sucede al interior de Acción Nacional en Puebla, prometen ser gráficas y emblemáticas.

¿Por qué Toño, no?

Un criterio antagónico, pero lleno de sentido, inunda el ánimo panista e invita a la reflexión: si Toño gana, el partido se cerrará y no existirán mayores espacios de participación. En sentido opuesto, si Toño pierde, podemos actuar y recuperar el PAN para la mayoría y no tan solo para unas cuantas familias.
Con esta postura no atacamos al PAN, recordemos que Antonio Sánchez Díaz de Rivera, externó -hace no mucho tiempo- su interés de contender por la alcaldía poblana bajo las siglas de cualquier partido político y puntualizó: PRI o PAN.
En realidad, su gobierno no sería panista, sus filias y compromisos pertenecen a otra organización muy distinta al PAN.

Las líneas interrumpidas

Dos paralelos nunca debieron cruzar sus caminos: el poder y la autoridad que siempre viene de lo alto, fueron soslayados. Nuestras batallas y sus victorias nos reivindican en la historia como caballeros cristianos; con los años y carentes de prudencia, hemos llegado hasta aquí.
El rumbo era cierto, los ideales íntegros. Algunos de nuestros cuates, actualmente buscan el poder por el poder, y tan solo escudriñan -entre los despojos y con las manos sucias-, buscando un puñado de oro para llenarse el buche.
El reinado de cristo, en sus orígenes, no considera el poder por el poder. Hoy, el tiempo le da la razón a quienes lo sentenciaron de manera enérgica y no fueron escuchados: la eficacia se ausenta de nuestro ejercicio partidista.
El olimpo sigue prometiendo luz y certeza, pero el itinerario se encuentra alterado: la cerrazón y ambición de otros, arrastran las edificaciones a las neblinas. La capitulación de una nueva derrota, esta vez, generará nuevas conductas.Por una patria ordenada y generosa.

David